


Babero Diálogo con las conchas
Dimensiones | 25 × 19 × 0.1 cm |
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Escritor | Héctor Cisneros Vázquez |
Artista | Héctor Cisneros Vázquez |
Mi primer libro… ¡en un babero!
Texto: Héctor Cisneros Vázquez. «Diálogo con las conchas». Toda la tierra del mar.
Ilustración: Héctor Cisneros Vázquez. «Diálogo con las conchas». Acuarela sobre papel. 53.8 x 41.2 cm.
$125.00 MXN
¡Nunca es demasiado pronto para estimular la imaginación!
Mi primer libro
Desarrolla las capacidades cognitivas de los más pequeños con colores y lenguaje artísticos.
Delicadeza
- Bies y cintas tersos para cuidar la piel delicada.
- Frente de toalla suave.
Evita manchas
- Área de 25 x 19 cm.
- Revés impermeable para que las manchas no pasen.
Lavable
En la lavadora o a mano, mantenlo con todos sus colores.
La serie «Toda la tierra del mar» se inspira en el poemario del mismo título de Héctor Cisneros Vázquez, el cual aún está inédito. Para la serie, el poeta toma los pinceles para continuar —con la acuarela o el óleo— el diálogo entre la tierra y el mar que propone en el poemario.
«Todas las cosas hablan, pero no las escuchas por tu prisa», dice este poeta. De tal modo, sobre la playa, esa tierra marina, Cisneros se detiene pacientemente a escuchar con el pincel a las conchas y los secretos de su geometría. Ellas, por su parte, terminan por tomarle confianza y le cuentan sus secretos en forma de poemas.
«El cangrejo ermitaño
busca una caracola que le explique
la espiral de las olas, del océano, de los años…».
Quizá después de escuchar a las conchas hasta el anochecer, el poeta levanta la cabeza y descubre que la luna le tiende un camino nacarado —como los sacbe’ob de los antiguos mayas—, pero ahora sobre las aguas, las del mar y las de la acuarela. El poeta toma el camino y nos invita a acompañarlo en el viaje mar adentro.
un
caminode nácar
ondulando
en las aguas
hasta mis pies en la playa
A su regreso, el poeta ha quedado marcado por el recuerdo del océano: se ha vuelto un marinero en tierra, como aquel del poeta Rafael Alberti que desenterraron del mar. A través de la lluvia, en los estanques y hasta en los charcos, el mar le deja a Cisneros su recuerdo, ahora como un agua espesa que se plasma en un óleo.
«¡Ay, estanque diminuto,
cómo evocas a la mar!
En un barco de papel
sobre ti me he de embarcar».